El termostato es una válvula accionada por temperatura que ayuda al motor a mantener una temperatura de trabajo apropiada, la que puede oscilar entre 75°C y 105°C generalmente dependiendo del fabricante.
El termostato en el sistema de refrigeración es una sencilla pieza de poco valor monetario pero su función ocupa un lugar relevante en el funcionamiento, desempeño y rendimiento del automóvil.
Ya se acercan las altas temperaturas y es importante explicar lo importante que es el termostato dentro del funcionamiento general del vehículo. No solamente sirve para la época fría como antiguamente se pensaba.
Cuando la temperatura del refrigerante está por debajo del límite inferior de temperatura de funcionamiento indicado por el fabricante del automóvil, el termostato se cierra levemente para elevar la temperatura del motor disminuyendo el flujo del refrigerante hacia el radiador. Cuando la temperatura del motor va en aumento, se abre al máximo y permite que todo el refrigerante sea enviado hacia el radiador y así mantener controlada la temperatura.
Si la temperatura del motor es mayor a la óptima de trabajo, empiezan a funcionar otros mecanismos del sistema de refrigeración como son el electro-ventilador o el mando viscoso del aspa del ventilador. Si estos mecanismos no son suficientes para controlar la temperatura, la electrónica del vehículo hará el resto, limitando la potencia, las revoluciones máximas o simplemente deteniendo el motor.
La función principal del termostato es permitir que el motor tome la temperatura ideal de trabajo en el menor tiempo posible, por lo que actúa en la mayoría de los casos como una válvula doble. Cuando el motor está totalmente frío, cierra el paso del refrigerante hacia el radiador y abre una válvula de derivación que permite que el refrigerante circule únicamente dentro del motor, aumentando rápidamente la temperatura del líquido refrigerante.
A medida que el motor va tomando temperatura, se libera gradualmente el paso del refrigerante hacia el radiador y se cierra la válvula de derivación, comenzando a funcionar el sistema de refrigeración del motor.
Los motores actuales con sistema de inyección electrónica son más demandantes de una temperatura uniforme de trabajo ya que el control de la inyección de combustible está determinada entre otros aspectos por temperatura del motor al igual que los sistemas de control de emisiones y post tratamiento. Al funcionar un motor frio, no existe gerenciamiento sobre el control de combustible ni emisiones, lo que incrementa considerablemente el consumo de combustible.
El termostato jamás debe ser removido sin instalar uno nuevo. Es recomendable cambiarlo cada vez que se reemplaza el líquido refrigerante de acuerdo a las especificaciones del fabricante.
La fallas más comunes son que se quede pegado en la posición cerrado, impidiendo la circulación del refrigerante sobrecalentándose el motor, o también es posible que el termostato no abra del todo, generando sobrecalentamiento.
Muchos mecánicos poco profesionales recomiendan quitarlo para solucionar los problemas de temperatura. Si le recomiendan esto, no debe eliminar el termostato, debe cambiar de mecánico.
Disminución en la economía del combustible, mayores emisiones contaminantes, bajo desempeño y menor vida útil del motor.
Por la falta del control adecuado de la temperatura del motor, es importante considerar las siguientes funciones y controles básicos que se ven alterados:
Relación aire/combustible: La relación de combustible y aire que entra al motor se controla por la electrónica del motor a través del sistema de inyección, sensores y actuadores. Esta mezcla afecta la forma en que opera el motor y determina la economía del combustible y las emisiones generadas. La unidad de mando del motor va midiendo la temperatura del refrigerante y ajusta la relación aire/combustible, cualquier desviación de la temperatura del termostato diferente a la del equipo original, puede tener un efecto adverso en las emisiones generadas por el motor. Adicionalmente, una mezcla inapropiada (muy rica o muy pobre), tendrá un impacto negativo en la economía del combustible.
Tiempo de encendido: Que el motor de un vehículo se encuentre “a punto” es una función controlada por la electrónica del motor que se ve influenciada por la temperatura de funcionamiento. Conforme la temperatura del motor varía, también varía el tiempo de ignición o encendido que genera la explosión en la cámara de combustión. Una temperatura inapropiada del refrigerante puede causar pérdida de energía calorífica, bajos niveles de rendimiento del combustible y desgaste extremo del motor entre otros.
Frecuencia del cambio de aceite: Para eliminar la humedad del sistema de lubricación es necesario elevar la temperatura del aceite a un nivel óptimo que permita que el agua que se encuentra siempre presente en el aceite del motor se evapore. Si el aceite no alcance la temperatura apropiada en corto plazo, produce acumulación de humedad y un incremento en los niveles ácidos del aceite acortando su vida útil requiriendo cambios más frecuentes.
Considerando la complejidad y el nivel de interacción de todos los sistemas de control de los motores actuales, la manera más efectiva de asegurar una combustión limpia y eficiente además de una larga y saludable vida al motor, es controlar su temperatura de operación mediante el uso del termostato adecuado.