El aire acondicionado automotriz está compuesto por distintas partes que se encargan de ejecutar cada una de las funciones de enfriamiento, purificación y filtración del aire.
Estas son las principales partes de este sistema y la función que cumplen
La función del compresor es aspirar y comprimir el gas refrigerante proveniente del evaporador. El compresor incrementa la presión en el gas refrigerante para que continúa avanzando hasta llegar al condensador.
En un sistema de aire acondicionado automotriz, existen distintos tipos de compresor, entre los los más comunes se encuentran los compresores de pistón y de scroll.
El gas que ha sido comprimido pasa a la parte superior del condensador, donde comienza a enfriarse hasta que se condensa y llega a la base de esta pieza en estado líquido.
El condensador más utilizado en los automóviles actuales es el condensador reticulado de aluminio y aletas de aluminio.
El deshidratador se encarga de absorber la humedad y retener las impurezas y partículas generadas dentro del aire acondicionado automotriz. Su principal función es que los microorganismos generados por la humedad producida por la condensación no lleguen a la válvula de expansión ni al compresor del aire.
La válvula de expansión del aire acondicionado automotriz hace que la presión y la temperatura desciendan. El líquido o refrigerante generado en el condensador se descomprime y se enfría mucho más. De esta manera, empiezan a condicionarse los refrigerantes líquidos que van a pasar desde el condensador hasta el evaporador.
El refrigerante frío y de baja presión que sale de la válvula de expansión hacia el evaporador se convierte en gas lo que hace que baje aún más su temperatura. Aire del habitáculo o del exterior son impulsados por un ventilador a través del evaporador generando el aire que logra refrescar el vehículo.
Luego este gas vuelve hacia el compresor para iniciar de nuevo el ciclo de acondicionamiento del aire.
El filtro del habitáculo se encarga de eliminar todas aquellas partículas externas que ingresan desde el exterior a la cabina del automóvil y que pueden contaminar el aire. Gracias a él, el vehículo queda libre de bacterias, hollín, polvo, polen, etc., mejorando la calidad del aire que circula dentro del vehículo.