Las baterías han evolucionado a la par de la industria, siempre tratando de encontrar la manera de proporcionar energía de forma más eficiente y mejorar los tiempos de recarga.
Los primeros acumuladores eléctricos aparecieron a mediados del siglo XIX gracias al invento del físico Gastón Planté. Ideó la que se considera como la primera batería recargable. Al poco tiempo después, Camille Alphonse diseñó un modelo más revolucionario que permitió un mayor rendimiento y era más fácil de producir de manera industrial.
Consideraciones al comprobar el estado de una batería
En primer lugar para comprobar el estado de una batería, debemos entender que estos componentes tienen la capacidad de almacenar energía eléctrica gracias a un proceso químico de electrólisis a través de un electrolito.
Esta sustancia es altamente tóxica, ya que está formada por elementos químicos como el ácido sulfúrico, el sulfato de plomo, el peróxido de plomo y el hidrógeno. Por este motivo y por el riesgo de explosión o derrames, la batería es un elemento de alta peligrosidad que debe ser manipulado con las correctas medidas y equipos para evitar problemas físicos.
Tipos de batería de automóvil
Existen baterías de cinco clases distintas:
Baterías de plomo
Eran las más utilizadas hasta hace unos años por su reducido precio.
Baterías de calcio
Se trata de una variante del modelo anterior en la que las placas tienen una aleación de calcio que evita la corrosión y ralentiza la auto-descarga, por lo que tienen una mayor vida útil.
Baterías selladas o herméticas (VRLA)
Contienen válvulas de seguridad que evitan la pérdida de líquido por evaporación gracias a la presurización de gas en su interior. Existen dos variantes: AGM (baterías secas con mucha potencia, ideales como baterías de arranque de motor) y de GEL (no recomendadas como baterías de arranque).
Baterías de ciclo profundo
Estas tienen una mayor capacidad de carga, por lo que son habituales en automóviles eléctricos o con altas necesidades de este tipo de energía.
Baterías de iones de litio
Su autonomía es muy buena y su peso es mucho más ligero que el del resto de modelos, pero son extremadamente caras, por lo que se utilizan más que nada en vehículos de alta gama o en automóviles eléctricos (como baterías de alto voltaje).
Mantenimiento: ¿Cómo comprobar el estado de una batería?
La batería es un elemento de desgaste. Tiene una vida útil aproximada de 4 años, pero si no tiene un correcto mantenimiento, esta duración puede ser mucho menor.
Algunas recomendaciones para comprobar el estado de la batería y mantenerla en buenas condiciones:
- Verificar que no existe corrosión en los bornes o terminales de la batería. La oxidación puede provocar alzas de tensión. Para limpiar la oxidación se recomienda utilizar productos especializados o simplemente usar agua con bicarbonato. Si está muy agarrada, puede emplearse un cepillo de acero una lija. Tras la limpieza de los bornes se puede añadir grasa a base de silicona para protegerlos de la oxidación y mejorar el rendimiento eléctrico.
- Comprobar que los terminales de la batería se encuentran correctamente fijados a los bornes. En caso contrario, es necesario apretarlos con una llave con el torque estipulado por el fabricante. De igual modo que sucede cuando los bornes están oxidados, si al comprobar el estado de la batería se ve que estos no se encuentran debidamente fijados a los terminales, hay que considerar que si no se soluciona el problema pueden ocurrir fallas eléctricas severas.
- Revisar que la carcasa no esté rota, agrietada o presente fugas. Si es así, se debe sustituir inmediatamente la batería.
- Revisar que la batería no se encuentra hinchada. Cuando la reacción química necesaria para almacenar la energía eléctrica no es precisa, se empieza a generar gas en el interior de la batería. Esta desgasificación hace que la batería se hinche y, en caso de extremo, se corre el riesgo de explosión o de emisión de sustancias tóxicas y corrosivas al exterior.
- Comprobar que no existen pérdidas de electrolito por la tapa ni por la carcasa. Tanto las baterías con o libre de mantenimiento necesitan ser revisadas en este sentido. Así, al comprobar el estado de una batería siempre se debe mirar su nivel de líquido y rellenarla con agua destilada si es necesario. Actualmente, la mayoría los vehículos equipan baterías selladas y totalmente libres de mantenimiento.
- Comprobar el voltaje de la batería para verificar que se encuentra dentro de los valores óptimos de carga y no sufre ningún daño que pueda ocasionar averías en otros sistemas. El voltaje de carga está entre los 13,8 V y los 14,4 V, pero puede considerarse que una batería tiene una carga limitada cuando el voltímetro lee un voltaje inferior a los 12 V (con el vehículo parado), en cuyo caso es necesario ponerla en carga lo antes posible.
- Verificar que los cables de los terminales no estén dañados y que el material aislante que los recubre esté deteriorado.
- Comprobar que el sistema de sujeción de la batería no presente ningún defecto, ya que este componente debe quedar firme e inmóvil en su alojamiento.
- Prestar atención a las señales de fatiga que pueda mostrar la batería. Un arranque lento del motor o con poca fuerza evidencia que está cumpliendo su vida y debe ser cambiada. Una batería que ha llegado al fin de su vida útil puede ocasionar una avería en el sistema de arranque.
La batería del automóvil es un componente fundamental, ya que permite el correcto funcionamiento del motor y del resto de sistemas eléctricos del vehículo. Comprobar el estado de la batería y cumplir con los consejos de mantenimiento generales así como con los requerimientos particulares del fabricante, es imprescindible para cuidar los diferentes sistemas del vehículo como para no comprometer la seguridad de las personas.