Jorge Pino, product manager de Repuestodo.cl, explica las claves para mantener en perfecto estado las ruedas de tu automóvil.
El neumático es el único elemento que pone en contacto al vehículo con el asfalto, por lo que su calidad y su buen estado son claves para una conducción segura. Del neumático depende la distancia de frenado, el agarre en curvas y la estabilidad, pero sus propiedades se van deteriorando con el paso del tiempo. Transcurridos diez años desde la fecha de fabricación –no la de montaje- las propiedades del neumático se van deteriorando y no ofrece la misma seguridad, por lo que recomiendan su sustitución por unos nuevos, aunque la profundidad del dibujo de la banda de rodadura no haya alcanzado el mínimo legal para circular (1,6 mm).
Para conocer la fecha de fabricación de un neumático sólo se debe observar su flanco y buscar las cuatro cifras que aparecen en un círculo y que acompañan al código DOT (Department Of Transportation): las dos primeras se refieren a la semana de fabricación y las dos últimas al año en el que fueron fabricados, por ejemplo, 1820: semana 18 del año 2020.
No se puede asegurar en qué momento puede pasarse de fecha un neumático o cuántos kilómetros pueden durar; todo depende de su desgaste. Éste se puede ver acortado en función de las condiciones de uso o mantenimiento, de su almacenamiento o incluso del clima. El envejecimiento se produce cuando, por ejemplo, se utiliza en un asfalto más rugoso o con mayores imperfecciones, por campo, con mucha carga, por una presión incorrecta o por rodar en lugares húmedos o extremos, entre otras circunstancias. A pesar de que no existe una fecha específica de vencimiento, los fabricantes recomiendan no utilizarlos por más de 10 años.
Es importante comprobar la presión del aire de nuestros neumáticos al menos una vez al mes. Si pierden aire es que pueden tener algún problema y debemos revisarlos con mayor detención. Comprobar el desgaste de la banda de rodadura con un profundímetro o mirando los testigos del propio neumático. También es importante observar si hay bultos, piedras o clavos que se hayan podido incrustar en el caucho. Ver que los neumáticos no estén cristalizados y tengan grietas. Si esto pasa, las ruedas no estarán en las condiciones idóneas para ofrecer un buen nivel de seguridad. Por último, si observas que el automóvil pierde adherencia o no frena lo suficiente, sobre todo en terrenos mojados, también es un indicador de que se deben cambiar los
neumáticos.